martes, 1 de febrero de 2011

Meomorias del Poeta Insepulto.




Carlos Araque Osorio.

A Esquilo lo podemos llamar el “padre de la tragedia”, pero es difícil precisar cuándo comenzó a representarla; es decir,  cuándo empezó a tener potestad sobre esta hermosa expresión estética. Naturalmente, antes de él existieron otros que escribían y representaban tragedias, pero fue la historia la que se encargó de mostrarlo como el iniciador, como el responsable. Debemos recordar que la tragedia deriva temáticamente de la Ilíada y que esta obra magnánima de  la  literatura universal, subsistió por la necesidad que tenemos los humanos de contar y relatar,  de imitar. Su permanencia en el mundo se debe  gracias a la tradición oral,  la cual ya tenía sus raíces hundidas en la tierra mucho antes de que apareciera nuestro querido  poeta  trágico. 


Carlos Araque Osorio.
Esquilo es fundamental para el teatro y la literatura universal, pero  la historia lo convirtió en un  gran perdedor,  y con ello,  nos convierte en perdedores a todos;  solo conocemos de él siete de sus tragedias y unos cuantos trozos de otras obras; pero ¿cuántas escribió, cuántas le fueron negadas, cuántas desaparecieron; cuántas  fueron prohibidas o vetadas en las diferentes épocas de la historia?  Algunos afirman que no menos de noventa.  digamos que ha sufrido un rapto, un asesinato;  que  su obra  ha sido usurpada por el tiempo, lo que nos hace a todos damnificados. Él mismo declaró que sus textos “no eran sino migajas del gran festín de Homero”.  Esa  afirmación,  en  caso de ser  cierta, no deja de ser una hermosa metáfora, ya que él , al igual que los demás poetas trágicos, participaron del mismo agasajo. 


Carlos Araque Osorio.
No podemos  olvidar que el mismo Homero se sentó a la mesa a disfrutar de un gran festín literario:  el de la inmensa mitología griega. Homero fue quizás el primero en saciarse de aquella fuente primigenia y por ello precisamente es justo que  pensemos que tenemos derecho a deleitarnos y saborear  algunos de los platos de ese esplendido banquete.  Aún hoy se conservan en el misterio algunas delicias,  para que otros le den placer al paladar y gusto a la imaginación;  es eso precisamente lo que pretende este montaje.


Clara Contreras,
“Memorias del poeta insepulto”, es un escrito plagado de influencias; desde Esquilo hasta Kafka, pasando por Plauto, Shakespeare, Abreu Gómez, etc; pero cada parte usurpada es transformada sin remordimiento, según las necesidades del personaje central, que relata, cuenta, inventa, resume, agrega y sobre todo vivencia cada uno de los pedazos  sacados  a destajo de estos autores, para impregnarlos en el espectador como algo que aborda el inconsciente,  llevándolo  a  imaginar otras  formas  de  vida

Clara Contreras y Carlos Araque.
Ficha Técnica

Esquilo: Carlos Araque
La otra presencia: Clara Angélica Contreras, Cristina Jiménez.
Luces y sonido: María Fernanda Sarmiento Bonilla, Fabián Araque.
Dramaturgia y dirección: Carlos Araque  
Textos: Esquilo, Plauto, Shakespeare, Antonín Artaud, Franz Kafka, Emilio Abreu Gómez, Carlos Araque.
Máscaras: Leonardo Valenzuela, Carlos Araque
Fotos y Programa: Mauricio Rodríguez Amaya.
                                                               www.bajolamole.blogspot.com

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